Consecuencias de no tomar leche materna




La leche materna es por defecto la sustancia con niveles ideales de nutrientes para el lactante hasta los 6 meses como mínimo y hasta 1 año de forma complementaria como recomendación adicional, aunque no es así en todos los casos y esto depende de que tan balanceada es la dieta de la madre y su salud.

Consecuencias de no tomar leche materna:


En algunos casos si la madre no puede producir la suficiente cantidad de leche materna o si por algún motivo como un tratamiento de quimioterapia, un medicamento peligroso o una fuerte adicción, puede recomendarse a la madre que utilice una fórmula para el bebé acorde a su edad, con el objetivo de intentar igualar lo más posible la ingesta de nutrientes necesarios para su desarrollo.

Entre las principales posibles consecuencias de no ingerir leche materna están:


Deficiencia en los niveles de un determinado mineral o vitamina, esto se debe a que leche materna es un compuesto de nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas y grasas a la medida, excepto en casos donde la madre este pasando por una desnutrición o deficiencia especifica.


Aumenta la posibilidad de desarrollar más alergias y más fuertes.


Aumenta el riesgo de sobrepeso u obesidad por aumento de consumo calórico, las grasas y proteínas de la leche materna son metabolizadas de una forma más adecuada, si el bebé se alimenta con una fórmula en polvo, estas suelen tener un margen calórico un poco mayor.


El sistema inmunitario será un poco más débil los primeros años, pues la leche materna ayuda a un mayor desarrollo del sistema inmunitario, al transmitir anticuerpos que no se pueden encontrar en las fórmulas artificiales.


Aumento del esfuerzo en el proceso de la digestión, las proteínas y grasas contenidas en las fórmulas son de más compleja digestión, así como su absorción, mientras que la proteína sintetizada en el organismo de la madre tiene la compatibilidad ideal para el metabolismo del bebé.

Estas consecuencias no se presentan en todos los casos, son únicamente consecuencias teóricas que se han observado en algunos niños, al día de hoy gran parte de los niños se alimentan desde las primeras semanas únicamente con fórmulas, desarrollándose de forma adecuada o hasta mejor en algunos casos.

Cómo evitar estas consecuencias:


Seleccione una fórmula adecuada según los requerimientos del niño, primeramente tomando en cuenta su edad y si es necesario tomando en cuenta algún requerimiento específico, como el reflujo en bebés, necesidades inmunitarias o la intolerancia a la lactosa.

¿Puede ser mejor las fórmulas que la leche materna?


En alguna situaciones suele ser mejor la fórmula que la leche materna, principalmente en los casos donde la madre tiene una alimentación deficiente, haciendo una producción de leche materna muy baja en algunos nutrientes, mientras que las fórmulas contienen un balance nutricional estático, es decir constante.

A pesar de esto la recomendación es hasta los seis meses utilizar leche materna y si es necesario para algunos casos el pediatra recomendará posteriormente alguna fórmula o suplemento alimenticio específico, con el objetivo de aumentar las reservas nutricionales de una vitamina o mineral, de la cual el bebé pueda estar siendo apartado.

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