Que pasa despues de desparasitarse

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Hoy en día desparasitarse es muy sencillo al punto de que existen desparasitantes que con una única dosis pueden hacer su trabajo en un día, como es el caso de albendazol, aunque la desparasitación es sencilla conviene conocer lo que sigue después de la desparasitación, y que se puede esperar sentir o experimentar tras esta desparasitación, así como las recomendaciones posterior a desparasitarse. Tras la ingesta del desparasitante sea lombricida o amebicina e incluso una mezcla de los dos, puede no experimentarse ningún efecto secundario o síntoma, de hecho en la mayoría de los casos las desparasitaciones son exitosas sin que el paciente sienta cambio alguno, pero en ciertos casos puede presentarse primero una sensación de vacío en la parte baja del abdomen o dolor leve a moderado, este dolor puede ser intermitente, se describe como un dolor de estómago aunque en verdad acontece en el intestino por debajo del estómago.

Mientras el dolor no sea intenso el paciente no corre peligro si se siente un dolor intenso puede deberse a un efecto secundario o alergia al compuesto activo en estos casos puede requerirse atención medica aunque son inusuales, el paciente puede experimentar diarrea tras la desparasitación esto si es más común y será beneficioso porque aquí es donde se evacuara los restos de los parásitos muertos, además puede presentarse náuseas y dolor de cabeza en algunos pacientes como parte de los efectos secundarios comunes.

¿Se expulsan las amebas o lombrices vivas?

En la mayoría de los casos no, pero esto depende del compuesto activo es así como albendazol y mebendazol no expulsan los parásitos vivos pero si el medicamento contiene piperazina o pirantel puede que expulse a algunas de estas cuando están aun vivas.

¿Que hacer después de desparasitarse?

La recomendación es que para evitar una pronta infección por parásitos que haría necesario repetir el proceso pronto, se tengan buenos hábitos de higiene como lavarse las manos siempre antes de comer y no llevar objetos a la boca, puesto que los huevecillos de los parásitos se ingieren del exterior.